Antonio Saura Atarés (Huesca, España, 22 de septiembre de 1930-Cuenca, España, 22 de julio de 1998) fue pintor y escritor, considerado como uno de los grandes artistas españoles del siglo xx.

Antonio Saura nació el 22 de septiembre de 1930 en Huesca. Creció durante la Guerra Civil Española en Madrid, Valencia y Barcelona en compañía de sus padres, Antonio Saura Pacheco, abogado del Estado y técnico del Ministerio de Hacienda, y Fermina Atarés Torrente, pianista. Fue el primogénito de cuatro hermanos (María del Pilar, Carlos Saura y María de los Ángeles). Debido a una tuberculosis ósea que lo mantuvo cinco años en cama a partir de 1943, empezó a pintar y a escribir en 1947.

Sin educación académica, comienza su carrera artística como autodidacta. Expone por primera vez en 1950 en la librería Libros de Zaragoza y en 1952 en la librería Buchholz de Madrid, donde presenta pinturas oníricas y surrealistas. Tras su traslado a París de 1954 a 1956, se suma en un primer tiempo al Surrealismo, movimiento del que se distancia rápidamente. Inicia trabajos experimentales en series que titula Fenómenos y Grattages. En 1954 abandona la abstracción. En 1956 realiza sus primeras pinturas en blanco y negro a partir de la estructura del cuerpo femenino.

Tras su vuelta a España funda junto a Manolo Millares, Pablo Serrano, Rafael Canogar, Luis Feito y otros artistas el grupo El Paso (1957-1959). Expone por primera vez en París en la Galería Stadler en 1957. El año siguiente, 1958, participa junto con Antoni Tàpies y Eduardo Chillida en la Bienal de Venecia y en 1959 es invitado a la segunda edición de Documenta en Kassel (Alemania). En 1958 pinta sus primeros Retratos Imaginarios de entre los cuales surge la serie Brigitte Bardot. Entre 1957 y 1960 realiza varias series de pinturas de gran formato cuyos temas serán recurrentes a lo largo de su obra: Crucifixiones, Damas, Sudarios, Retratos, Retratos imaginarios, Desnudos, Desnudos-Paisaje, Curas, El Perro de Goya y Multitudes. A partir de esta época el cromatismo de su pintura se limitará, durante largo tiempo, al uso de negros, grises y tierras. Asumidas las tendencias del informalismo europeo y el expresionismo abstracto estadounidense, seguirá una trayectoria personal que hunde sus raíces en la herencia de Velázquez, la pintura barroca española en general, y Goya.

Fue prolífica su labor de ilustrador en ediciones de calidad de obras literarias, como el Quijote de Cervantes, el El Criticón de Baltasar Gracián, 1984 de Orwell, Las aventuras de Pinocho de Collodi en la versión adaptada de Christine Nöstlinger, los Diarios de Kafka, o los Sueños y discursos de Quevedo entre otros.

La mayor parte de la obra de Antonio Saura es figurativa y se caracteriza por el conflicto con la forma. Sus cuadros son expresivos y dan la impresión de ser obsesivos en su franqueza pictórica. Es un conflicto con un mundo lleno de contradicciones y falto de seguridad, en el que impera el pesimismo.

En 1997, Antonio Saura fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Castilla-La Mancha, la cual ha dado su nombre al edificio de la ciudad de Cuenca que alberga la Facultad de Bellas Artes. Su discurso de aceptación fue leído por su hija, la actriz y escritora Marina Saura.

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